sábado, 20 de agosto de 2016

Objetivos ambiciosos para la 16/17

Mañana comienza la 85ª edición de la primera división española para el Athletic Club, uno de los tres únicos equipos que ostenta el honor de haber participado en todas y cada una de ellas. Lo hace con el objetivo prioritario de continuar su racha de participaciones europeas y con la ilusión de sacar, después de tantos años, la Gabarra, con la vista fijada en esa ansiada Europa League.

Sin restar un ápice de la ambición necesaria para lograr dicho reto, conviene (y visto el cambio, complace) recordar que esta campaña se “celebra” el décimo aniversario de la peor temporada de la historia de nuestro centenario club, la 06/07.

Aunque, afortunadamente, suene a otra época, tan solo han transcurrido diez años desde aquel oscuro bienio en el que por dos temporadas consecutivas rozamos peligrosamente el descenso, sobre todo en la anteriormente mencionada, en la cual no salvamos la categoría hasta la última jornada. No hace falta echar tanto la vista atrás para recordar el que fue catalogado como el partido más importante de la historia del Athletic: venciendo en un abarrotado San Mamés, con el salvador Mané en el banquillo y con un gol de Gabilondo y otro en propia puerta de Serrano tras un pase de Aduriz (sí, Aduriz salvándonos en 2007) para ganar por dos goles a cero al Levante y poder mantenernos en primera división.


Tras ello, de manos de Joaquín Caparrós y, en gran parte, gracias al crecimiento de grandes jugadores como Fernando Llorente o Javi Martínez, el equipo se estabilizó. En adelante, volvió a mirarse hacia arriba. El éxito que supuso alcanzar la final de la Copa del Rey de 2009 fue un punto de inflexión tanto por haber llegado a una nueva final un cuarto de siglo después, como por obtener de esa manera la clasificación para los play-offs de la Europa League, competición de la cual el Athletic se convertiría en un habitual.

A partir de entonces, bajo la dirección de Joaquín Caparrós, Marcelo Bielsa y, actualmente, Ernesto Valverde,  los datos revelan la enorme mejoría que ha sufrido el equipo: desde 2009 el Athletic ha llegado a tres finales de Copa, a una final de la Europa League y dos de la Supercopa de España, logrando por fin en 2015 la consecución de este último título; además, desde que siete años atrás los leones lograrán dicha clasificación europea, solo han faltado un año, el último de Bielsa, a su cita internacional, llegando a disputar en 2014 la Champions League.



Por todo lo anteriormente mencionado se entiende que hablemos de éxito cuando, como he mencionado, las metas para esta campaña no son otras que seguir la senda habitual y alcanzar un título.

Pero no es tan fácil. Lograr los grandes resultados esperados pasa por que el gran entrenador que es Ernesto Valverde, aprovechando que este año empezamos la temporada en la primera jornada de Liga, sepa administrar el cansancio de los jugadores; por que jugadores que el año pasado tuvieron un segundo plano, como Iturraspe o Eraso, o canteranos que se afiancen en el primer equipo, como Yeray, Vesga o Arrizabalaga, sean una dura competencia por la titularidad; porque los que rindieron a un alto nivel, que son la mayoría de los que fueron titulares, no bajen el pistón; por que, en concreto, Aduriz mantenga esa bendita relación de amor con el gol; por que las lesiones nos respeten y por que, a diferencia de lo que ocurrió en los penaltis de la pasada Europa League, la suerte nos sonría en los momentos oportunos.


Yo confío, porque tenemos un verdadero equipazo y porque nos lo merecemos. Aupa Athletic txapeldun!