No
puedes considerarte aficionado del Athletic hasta que no has aguantado, con más
o menos paciencia, que llamen “el Bilbao” a tu equipo y, sobre todo, que algún
ignorante critique su filosofía sin entenderla.
“No
jugáis solo con vascos”, “Llorente era riojano”, “Laporte es francés”, o
incluso “Williams es negro” son algunos de los argumentos que no se antojan tan inverosímiles en la boca de
alguno de los entendidos que se creen capaces de demostrar la falsedad de la
curiosa política de fichajes de nuestro club. Aun siendo consciente de la
inutilidad de esta explicación para quien no quiere escucharla, procedo a
recordar que en ningún momento se ha dicho que en el Athletic solo puedan jugar
futbolistas nacidos en Euskadi o de familia vasca.
La filosofía del club vizcaíno, que en ningún
caso refleja el racismo que lleva implícito el mencionado entendimiento
equivocado de ésta, se resume en que no deseamos que ningún jugador sin lazos
con el fútbol vasco milite en nuestro equipo. Es decir, tan solo jugadores
formados en la propia cantera, o en la de clubes de las provincias de Euskal
Herria (Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa, Lapurdi, Zuberoa y Behe Nafarroa) o
que hayan nacido en ellas podrán jugar en el Athletic. No parece algo tan complicado,
no obstante, no dejan de aparecer voces que se dejan en evidencia a sí mismas
al hablar más alto de lo que debieran sin estar bien informadas.
Aunque en
realidad, es comprensible que otros aficionados no sean capaces de entender
como en el marco del globalizado fútbol actual, en el que cualquier equipo
tiene la capacidad de contratar los servicios de jugadores de la otra punta del
mundo, sobreviva y continúe al pie del cañón, como si una de una aldea de
irreductibles galos se tratara, un club que sigue luchando contra el mundo con “11 aldeanos” sobre el terreno de juego.
Se antoja increíble como este reducto del fútbol romántico continúa 117 años
después de su nacimiento en la élite del fútbol español, disputando varias
finales, consiguiendo una supercopa de España, participando en las
competiciones europeas y sobre todo, compartiendo únicamente con F.C Barcelona
y Real Madrid, entidades cuya capacidad económica convierte en verdaderas
selecciones mundiales, el honor de haber disputado todas y cada una de las
ediciones de la Liga en primera división.
Aprovecho
la ocasión para agradecer a mi familia, al azar geográfico y a quien haya que
agradecérselo, el haber salido del Athletic, ya que de otra manera, no sé si
aguantaría la envidia que me darían los seguidores del único equipo que con su
tan especial estilo y forma de actuar, ha conseguido hacer historia y no
bajarse nunca del vagón de cabeza del fútbol español.
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