En Bilbao siempre ha gustado tener en el equipo a un delantero centro referencia, un ariete fuerte y alto, un rematador, un hombre gol.
En los últimos, o no tan últimos años, se han sucedido muy claramente en la punta del conjunto de San Mamés tres de estos jugadores anteriormente descritos. Desde finales del siglo pasado hasta el conocido como bienio negro, las temporadas 05-06 y 06-07, ese jugador fue Ismael Urzaiz. El de Tudela, que llegó a Bilbao en el 96 con ya 25 años y se retiró en 2007 , logró 129 bacalaos como león, la mayoría de ellos gracias a su poderosísimo físico y su gran control del juego aéreo.
A partir de 2004, aparecieron en la primera plantilla rojiblanca dos delanteros que a la postre tendrían una importancia mayúscula, como son Aritz Aduriz y Fernando Llorente, ambos con virtudes similares a las de Urzaiz. El zorro Aduriz, que ya había debutado anteriormente en el Athletic fue repescado del Valladolid y permaneció 3 temporadas entre los rojiblancos. Su último año fue el primero de los cuatro en los que Joaquín Caparrós dirigió a los leones. Al finalizar esa temporada, en 2008, Aduriz fue traspasado al Mallorca por motivos económicos. Cabe mencionar lo convulso que fue el pago de dicho fichaje por parte del conjunto balear.
Durante la estancia de Caparrós en el banquillo bilbaíno explotó el talento del jugador del Athletic que más repecursión mediática ha tenido en los últimos años, Fernando Llorente. El de Rincón de Soto, sí, de donde las peras, fue la pieza clave del juego de los leones durante la etapa de Caparrós. Su gran rendimiento dio lugar a su debut con la selección española y a que fuera convocado para el mundial 2010, del cual se convirtió en campeón. Durante la temporada 11-12, bajo el mandato de Marcelo Bielsa, Llorente convirtió 29 dianas, liderando al equipo y llevándole a disputar la final de la Copa del Rey y de la Europa League.
Esta excelente campaña del Athletic y sus continuas convocotarias de la Selección pusieron su nombre en la lista de objetivos de muchos grandes clubes.
A finales de 2012, el riojano anunció que no renovaría el contrato con el Athletic y que ficharía por la Juventus. Esa temporada no disfrutó de muchos minutos debido al enfado de parte de la afición de la Catedral por su decisión de abandonar el club.
Durante esa temporada, la 12-13, en la que Llorente estuvo condenado al banquillo, un viejo conocido del Athletic volvió y firmó un excelente año, Aritz Aduriz. El guipuzcoáno, fichado del Valencia, logró 14 bacalaos esa temporada, supliendo de esa manera a Fernando Llorente.
Con la consecución de la marcha de Llorente y el relevo de Valverde en el banquillo, Aduriz ha continuado siendo la clara referencia del equipo, representando sus goles, la mayoría remates de cabeza, un gran porcentaje del total de los goles del Athletic.
A día de hoy Aduriz tiene 33 años, y la enorme importancia que tiene su presencia en el juego y los resultados del equipo es preocupante. Por ello, este año Valverde dispone en su plantilla de más delanteros centros que nunca. Entre ellos están Borja Viguera, el que fue pichichi de 2ª el año pasado con el Alavés y que parece estar aprovechando las oportunidades que tiene, y los canteranos Guillermo, quien ya ha disfrutado de minutos e Iñaki Williams, en quien hay grandes esperanzas depositadas. Además de ellos, Valverde tiene a su disposición a Gaizka Toquero, ídolo de la afición que vivió una gran época con Caparrós pero ahora parece no dar la talla y Kike Sola, en quien Valverde tampoco confía.
Esperemos disfrutar de los goles de Aduriz durante el mayor tiempo posible. Pero estamos seguros de que cuando su ciclo termine, el de otro león comenzará.