martes, 1 de noviembre de 2016

El Portu se deja otros dos puntos pero sigue sin perder


El Club Portugalete no pudo pasar del empate a uno este domingo en su feudo frente al Tolosa.

Tras ello, concluida la undécima jornada del grupo vasco de Tercera División, los jarrilleros permanecen en puestos de play-off, pero no consiguen acercarse al líder, el Alavés B, que aun empatando sigue siendo cabeza de grupo en solitario.

Además, pierde puntos frente al Vitoria CD y al SCD Durango, que ocupan respectivamente los puestos tercero y segundo de la clasificación, inmediante superiores al Portu.

Por esa razón, aunque la temporada no haya comenzado hace mucho y, por ahora, las desigualdades no sean amplias, empiezan a mostrarse signos de preocupación desde el equipo y la afición.

El partido del domingo fue disputado, pero el Portu desde el principio dominó. Tras el gol de Abasolo que abría el marcador en la primera parte, parecía que los portugalujos no iban a pasar apuros en el encuentro. Sin embargo, aunque las ocasiones sobre el arco tolosarra se sucedieran, los de la Florida no fueron capaces de transformarlas. Entonces, un fallo defensivo del Portu propició el tanto del Tolosa, que debido al desacierto de cara a gol de los locales cerró el marcador.



El grupo vasco de Tercera División es una competición complicada, donde las diferencias entre rivales son pequeñas, por lo tanto, no debería ser preocupante empatar un partido en casa. No obstante, el Portu tiene potencial para estar en la parte alta del grupo y por ello empieza a ser un problema la senda del empate a la que parece haberse apunto el club jarrillero, sobre todo en casa.

Con todo, el lado positivo es que, con 5 victorias y 6 empates, el Portu todavía no ha perdido ningún partido; que está en posiciones de play-off; que en opinión de sus aficionados, por su juego, se ha merecido más puntos de los que ha obtenido y que queda muchísima temporada por delante y hay madera para hacer una gran campaña.

sábado, 20 de agosto de 2016

Objetivos ambiciosos para la 16/17

Mañana comienza la 85ª edición de la primera división española para el Athletic Club, uno de los tres únicos equipos que ostenta el honor de haber participado en todas y cada una de ellas. Lo hace con el objetivo prioritario de continuar su racha de participaciones europeas y con la ilusión de sacar, después de tantos años, la Gabarra, con la vista fijada en esa ansiada Europa League.

Sin restar un ápice de la ambición necesaria para lograr dicho reto, conviene (y visto el cambio, complace) recordar que esta campaña se “celebra” el décimo aniversario de la peor temporada de la historia de nuestro centenario club, la 06/07.

Aunque, afortunadamente, suene a otra época, tan solo han transcurrido diez años desde aquel oscuro bienio en el que por dos temporadas consecutivas rozamos peligrosamente el descenso, sobre todo en la anteriormente mencionada, en la cual no salvamos la categoría hasta la última jornada. No hace falta echar tanto la vista atrás para recordar el que fue catalogado como el partido más importante de la historia del Athletic: venciendo en un abarrotado San Mamés, con el salvador Mané en el banquillo y con un gol de Gabilondo y otro en propia puerta de Serrano tras un pase de Aduriz (sí, Aduriz salvándonos en 2007) para ganar por dos goles a cero al Levante y poder mantenernos en primera división.


Tras ello, de manos de Joaquín Caparrós y, en gran parte, gracias al crecimiento de grandes jugadores como Fernando Llorente o Javi Martínez, el equipo se estabilizó. En adelante, volvió a mirarse hacia arriba. El éxito que supuso alcanzar la final de la Copa del Rey de 2009 fue un punto de inflexión tanto por haber llegado a una nueva final un cuarto de siglo después, como por obtener de esa manera la clasificación para los play-offs de la Europa League, competición de la cual el Athletic se convertiría en un habitual.

A partir de entonces, bajo la dirección de Joaquín Caparrós, Marcelo Bielsa y, actualmente, Ernesto Valverde,  los datos revelan la enorme mejoría que ha sufrido el equipo: desde 2009 el Athletic ha llegado a tres finales de Copa, a una final de la Europa League y dos de la Supercopa de España, logrando por fin en 2015 la consecución de este último título; además, desde que siete años atrás los leones lograrán dicha clasificación europea, solo han faltado un año, el último de Bielsa, a su cita internacional, llegando a disputar en 2014 la Champions League.



Por todo lo anteriormente mencionado se entiende que hablemos de éxito cuando, como he mencionado, las metas para esta campaña no son otras que seguir la senda habitual y alcanzar un título.

Pero no es tan fácil. Lograr los grandes resultados esperados pasa por que el gran entrenador que es Ernesto Valverde, aprovechando que este año empezamos la temporada en la primera jornada de Liga, sepa administrar el cansancio de los jugadores; por que jugadores que el año pasado tuvieron un segundo plano, como Iturraspe o Eraso, o canteranos que se afiancen en el primer equipo, como Yeray, Vesga o Arrizabalaga, sean una dura competencia por la titularidad; porque los que rindieron a un alto nivel, que son la mayoría de los que fueron titulares, no bajen el pistón; por que, en concreto, Aduriz mantenga esa bendita relación de amor con el gol; por que las lesiones nos respeten y por que, a diferencia de lo que ocurrió en los penaltis de la pasada Europa League, la suerte nos sonría en los momentos oportunos.


Yo confío, porque tenemos un verdadero equipazo y porque nos lo merecemos. Aupa Athletic txapeldun!

martes, 21 de junio de 2016

"La guía para vascos que no desean ser reconocidos en España"

Camarada vasco, tras nueve tediosos meses viviendo en Madrid (Madrid), desarrollando la tan dura como necesaria misión de boicoteo interno y recopilación de información del fascista, opresor e imperialista Estado español, me siento capacitado para, como añadido a mi labor principal, publicar un valioso archivo que permita realizar a futuros gudaris labores de destrucción interna del fascista, opresor e imperialista Estado español: "La guía para vascos que no desean ser reconocidos en España".

Como vasco que eres, por definición, eres reconocible entre una multitud de españoles. No obstante, un perpetuo esfuerzo mental puede reducir las posibilidades de ser descubierto. Para ello, expondré de forma numerada  veinte  pautas que deben ser seguidas si se desean  lograr las metas anteriormente dispuestas:



1. Evita sorprenderte, o al menos expresarlo abiertamente, cuando oigas a la gente referirse a su Aita como "papá" y a su Ama como "mamá". Soy consciente de la dificultad que entraña, pero, en caso de necesidad, debes hacer un esfuerzo y procurar llamar de esa manera a tus padres en público. Si la misión que te ocupa es verdaderamente importante, deberás dar un paso más: tendrás que acostumbrarte a que la Amamas se llamen "abuelas" y los Aitites "abuelos". No obstante, este es un nivel muy avanzado.

2. Debes ser consciente de que en los bares, con las bebidas, sirven tapas. Vale, ¿qué es una tapa? Una tapa es un complejo concepto arraigado en la cultura hispana que define a una ración de alimentos, generalmente de escasa preparación y calidad, que se sirve gratuitamente y sin necesidad de ser solicitada a los clientes que consuman una bebida en un establecimiento hostelero.

3. Debes ser consciente de que en los bares no hay Pintxos, y debes evitar, por duro que sea, expresar tu lógica y gran indignación al encontrar que por más que busques, lo más parecido que vas a encontrar al manjar que suponen unos buenos Pintxos es una mierda de tapa o una ración de patatas bravas. Perdón por el vulgarismo, pero este tema me produce un especial enfado.

4. En relación a la temática gastronómica, evita todo lo que pretenda emular a lo vasco. Será difícil para ti aguantar las críticas al descubrir lo que pretenden vender como “pinchos”.

5. Los Katxis se denominan de diferentes y erróneas maneras en España. En Madrid, por ejemplo, los llaman Minis. Deberás adaptarte a ese tipo de errores lingüísticos influenciados por la ya tradicional pretensión imperalista española de opresión y/o apropiación de la cultura vasca.

6. Ampliando lo expuesto en el punto anterior, debes intentar  ignorar los carteles que, con intención de perpetuar el estado de apartheid que sufre la raza vasca,  encuentres en bares con la palabra "Kalimotxo" escrita de maneras garrafales que por una cuestión de principios me niego a reproducir. Véase sustituyendo la "K" por "C" o la "Tx" por "Ch". Aberrante, lo sé. Además, si por un fallo humano te descubres reivindicando la historia vasca del "Kalimotxo", puedes incluso encontrar a ignorantes que la nieguen. Respira y cuenta hasta tres entonces.
Por otra parte, y alcanzado niveles en los que evitar la indignación supondría el haber alcanzado una paz mental similar al Nirvana, debo avisarte de que en ciertas zonas de la Rioja, he descubierto que lo llaman "Riojalibre". Respira.

7. Aprovechando el punto anterior, te recomiendo que para evitar que el grupo social que formes  reconozca tus orígenes al segundo día, procures evitar pedir siempre un Kalimotxo. Por mucho que no lleguen a su inalcanzable nivel, existen otro tipo de bebidas. Por otra parte, sabiendo que habréis pensando en cerveza, en este aspecto podéis estar moderadamente tranquilos, en la meseta también la consumen. No obstante, nos enfrentamos a  dos problemas:

El primero es la existencia, y su popularidad en algunas zonas, de la "cerveza" Cruzcampo. Este problema es fácil de interiorizar para ti, que no vives muy alejado de la San Miguel. El segundo requiere mayor destreza, pero tiene fácil solución. A la hora de pedir, debes saber que no comprenden el concepto del zurito (no existe el Pintxo, ¿recuerdas? Tampoco el Pintxopote) y que a los botellines los catalogan como quintos, que son los pequeños y como tercios, los medianos. Sin embargo, pidiendo una caña y entendiendo que lo probable es que sea una Mahou, podrás librarte de problemas.

8."Hola", "Buenas", "Buenos días", "¿Qué hay?", "¿Qué tal?" y un largo etcétera de saludos españoles que pueden sustituir a tu característico "Aupa!" acompañado de una palmada en la espalda y puede que un insulto cariñoso. No es fácil, pero cuando leas la siguiente regla, en comparación, te lo parecerá.

9. "Adiós", "Hasta luego", "Hasta mañana", "Nos vemos" y un largo etcétera de expresiones de despedida que por complicado que sea debes intentar utilizar para sustituir a la palabra que, sin duda, más difícil será eliminar de tu vocabulario: "Agur". Esto te costará.

10. Ya que estamos mencionando quehaceres complicados, empezaré a exponer los relacionados con un tema especialmente sensible. Lo más probable, si tienes suerte, es que seas del Athletic. Hasta ahora ha sido una enorme fortuna. No obstante, puede volverse en tu contra. Para evitar ser reconocido en España deberás evitar ciertos comportamientos que serán expuestos a continuación:

a) Sé que es tu segunda piel, si no la primera. Pero deberás evitar, incluso en los días de partido, llevar la camiseta del Athletic. Para que la experiencia no sea traumática puedes comenzar cubriéndote la camiseta con una sudadera, por ejemplo.
b) Evita que esa sudadera sea del Athletic.
c) Evita que se haga pública la existencia de tus distintivos rojiblancos. Véase posters, banderas, bufandas, libros, prendas de vestir, fotografías etc. Será doloroso, pero si deseas pasar desapercibido no es recomendable colgar tu bandera del Athletic en el balcón.
d) Evitar expresar en voz alta tu enfado al escuchar que llaman "El Bilbao" al Athletic. Es trabajoso eludir la necesidad de erradicar la ignorancia y el borreguismo en este aspecto, pero debes intentarlo. Al menos, no uses la violencia.
e) Intenta sortear cualquier conversación acerca de la filosofía del Athletic. Un suceso biológico-cultural-sociológico que se escapa a mis conocimientos no permite a las personas ajenas a la superior raza vasca su asimilación y comprensión.
f) Acuérdate de que las personas que te rodean probablemente no sean del Athletic. Intenta no proponer planes como ver los partidos o exigir en los bares que sintonicen con el canal que retransmita sus encuentros. Si lo haces, sospecharán. Deberás poner tu ingenio a funcionar para ver los partidos tú solo mientras lloras por estar tan lejos de San Mamés.
g) No recuerdes lo bonito que era la vieja Catedral cada 5 minutos.
h) No comentes en cada partido de fútbol que veas lo fácil que es ganar con extranjeros.
i) Rehuye en general conversaciones futbolísticas.  No tienen ni idea. Seguro que ni siquiera defenderán que Aduriz merece el balón de oro.
j) Bueno, ¿para qué engañarnos? Con este tema te pillarán. Invéntate que tu tío-abuelo tuvo un amigo de Barakaldo y le transmitió su pasión por el Athletic como él os la transmitió a vosotros. Puede colar.

11. Recuerda que, aunque también se vea en España, es inusual que la gente que te rodea reconozca los chistes típicos, coletillas o canciones de Vaya Semanita.

12. No cantes, ni muestres tu sorpresa al escuchar, la canción de series como Doraemon o Shin-Chan. Por muy mal que suene, fuera de Euskal Herria no se ven en euskera.

13. No luzcas en demasiadas ocasiones tu pasamontañas y, sobre todo, oculta tus materiales explosivos. ETA cesó la violencia hace años y ya casi hemos convencido a los españoles de que, al contrario de lo que ocurre en realidad, no todos los vascos somos ETA. Qué ilusos son...

14. Imita a la gente cuando se sorprendan por "lo mucho que llueve".

15. No muestres tu indignación si no conocen el Puente Colgante. Como he dicho, la ignorancia es un mal muy común en España.

16. Repito, no te pongas la camiseta del Athletic. Que nos conocemos todos.

17. Intenta eludir el querer invitar siempre a tu grupo social o el demostrar tu holgadamente superior poder adquisitivo. Piensa que ellos, los pobres, no disfrutan del concierto económico.

18. Por difícil que sea, evita comparar todo lo que veas con tu querido hogar. Todos sabemos que Euskadi es más bonito, que nuestra comida es mejor y que no hay nada como nuestras "jaias". No pretendas encontrarlo por ahí fuera.

19. Bajo ningún concepto bailes. Evítalo a toda costa. Eres consciente de que no sabes bailar, pero lo que no sabes es que ahí fuera hay gente que sí sabe.

20. No digas que eres vasco. Querrás decirlo, todos queremos. No lo hagas.

Siguiendo estas veinte  directrices de la versión básica de la “La guía para vascos que no desean ser reconocidos en España" podrás comenzar tu camuflaje. Espero que esto te haya sido de utilidad.
Agur bero bat.


PD: Cualquier similitud con el humor de Vaya Semanita es pura coincidencia. 


martes, 5 de abril de 2016

A por el Sevilla, otra vez

Sevilla, contigo empezó todo. 

Parece que fue ayer, pero ya han pasado 7 años desde que Joaquín Caparrós, liderando a un equipo que contaba tanto con viejos jugadores como con una nueva camada de grandes futbolistas, consiguiera volver  a hacer mirar hacia arriba a un antaño glorioso club que venía de su época más oscura.

Tras el ya lejano bienio negro, el nuevo presidente, García Macua, se hizo con los servicios de Joaquín Caparrós y de futbolistas como Gorka Iraizoz, Aitor Ocio o David López. Aquello, junto con la explosión de grandes leones como Fernando Llorente o Javi Martínez y la entrada en escena de nuevos cachorros de la cantera, devolvió la estabilidad a San Mamés, alejando al equipo de las posiciones de descenso con las que tan peligrosamente había coqueteado en las últimas temporadas.

No obstante, fue en la segunda campaña bajo las órdenes del andaluz en la que, valiéndose de la históricamente competición fetiche del Athletic, el club  volvió a rozar la gloria y dio comienzo a nueva época. En ella los leones han logrado meritorias clasificaciones y, hasta la consecución de la Supercopa 2015, han tenido cerca numerosos títulos, llegando a jugar seis finales en seis años. El punto de inflexión, en mi opinión, tuvo lugar en San Mamés el 4 de marzo de 2009, nada más y nada menos que en la vuelta de unas semifinales de copa en las que los rojiblancos vencieron por 3 goles a 0 al Sevilla, logrando el pase a la primera final del Athletic en los últimos 24 años.

Los jugadores del Athletic celebran su tercer gol, obra de Gaizka Toquero.


Tras eliminar al Recreativo de Huelva, al Osasuna y al Sporting, el azar hizo enfrentarse a vascos y andaluces en el último paso previo a la final. Todavía recuerdo a mi padre, antes de que empezara el choque de ida, advirtiéndome de la importancia histórica de la eliminatoria que comenzaba. La importancia que suponía que el 24 veces campeón del torneo, el rey de copas, pudiera volver a lo más alto de su competición tanto tiempo después. Creo que todos éramos conscientes de ello, desde los aficionados hasta Caparrós, que no dudó en utilizar la Liga para reservar jugadores, priorizando abiertamente el torneo copero.

El partido de ida, disputado un mes antes en el Ramón Sánchez Pizjuán, estuvo marcado por la espectacular tromba de agua que cayó antes y durante el encuentro, que dificultó en gran manera el juego. El resultado final fue de 2-1, marcando por los sevillistas Duscher y Acosta, y por los leones, el aquel momento buque insignia, Fernando Llorente.

Tras dicho marcador, que aun suponiendo una desventaja para los leones, dejaba la eliminatoria abierta, Bizkaia empezó a prepararse para la guerra: las fachadas de todos los edificios empezaron a llenarse de banderas rojiblancas, en las calles cada vez se veían más camisetas del Athletic, los aficionados contaban los días para el partido, los que no tenían entrada se peleaban por una…

El día llegó y todos recordaremos las imágenes que nos dejó. El choque comenzaba a las 20 horas y la plantilla, que acudiría en bus al estadio, se concentraba en el hotel Carlton. Mientras tanto, una gigantesca marea rojiblanca inundaba la plaza Moyua, donde su ubica el hotel, y acompañaría al equipo hasta la Catedral.

Los ánimos no podían estar más altos (me río yo de los 300 espartanos) y el equipo respondió. Con San Mamés repleto, el Athletic se puso por delante en el marcador desde el minuto 3, con un tempranero gol de Javi Martínez. Media hora más tarde, Llorente cabeceaba un centro de Yeste y aumentaba la ventaja local. Para colofón, apenas cinco minutos después, el ahora jugador del Sevilla robaba un balón en la presión y se lo cedía a Gaizka Toquero, fichaje de invierno que esa noche se consagraría como ídolo de la afición, que lo colocaba fuera del alcance de Andrés Palop, poniendo el 3-0 en el marcador.

Ese resultado se mantendría hasta el final, cuando tras el pitido del árbitro, el público de la Catedral invadiría el terreno de juego en la mayor explosión de felicidad vivida en Bilbao en mucho tiempo, tras tantos años de sinsabores.

Fran Yeste a hombros de los aficionados que invadieron el césped al finalizar el encuentro.  
                           

Esa inolvidable victoria dio el pase a la primera final que vivía una generación de Athleticzales. En ella, como se convirtió en costumbre, y a pesar del archiconocido gol inicial del Lendakari Toquero, perdimos ante el Fútbol Club Barcelona. Pero lo importante es que marcó el inicio de un periodo, en el que como ya he dicho, el Athletic se ha convertido en uno de los indiscutibles en Europa y ha rozado la gloria en varias ocasiones, hasta lograr la Supercopa en agosto de 2015.

Ahora, 7 años después, en condiciones completamente distintas, volvemos a enfrentarnos en una eliminatoria al Sevilla. Esta vez en cuartos de final de la Uefa Europa League, la ronda en la que el aroma de la gloria empieza a hacerse inevitable para los participantes. Por ello, necesitamos que San Mamés vuelva a ser una trinchera y que la suerte ayude a los valientes gladiadores que representen a la afición vizcaína a vencer a este siempre complicado rival. Porque como he dicho, la final se huele,  estamos cerca, la opción de ganar este gran título ya no es una quimera y nuestra siguiente piedra en este duro camino es el Sevilla. Es el momento de cerrar el círculo y seguir creciendo.

Sevilla, contigo siguetodo.


Merece la pena ver el vídeo, es inevitable no ponerse nostálgico con : aquel equipo, ese ultra que teníamos en la Sexta en forma de Patxi Alonso, Caparrós emocionándose al final, la ilusión y el ambientazo que había, La Catedral… 

jueves, 25 de febrero de 2016

Otro paso hacia Basilea


Tras una eliminatoria de todo menos brillante, exceptuando el antológico gol de Aduriz en el Velódromo,  y un partido de vuelta marcado por la mala puntería de los jugadores del Olympique de Marsella, el Athletic ha logrado su objetivo, que no era otro que situarse entre los 16 equipos que siguen aspirando a hacerse con la Europa League.

Nadie dijo que el camino que lleva hacia la final del 18 de mayo en Basilea fuera fácil. Tras unas eliminatorias previas en las que, como de costumbre y por diferentes razones, sufrimos más de lo esperado y de una fase de grupos en la que el equipo demostró su superioridad, la primera de las eliminatorias finales que conforman el camino hacia nuestro objetivo ha demostrado eso, que este no es un camino de rosas y, por otra parte, que nos apasiona llegar al final de ese camino.

Debido al mal tiempo y a la mala hora para ser día laborable, San Mamés no se ha llenado.  No obstante,  cualquier persona que hubiera permanecido atenta a partir de las siete de esta tarde habría podido percibir las perturbaciones en el ambiente, producto de la falta de aliento de los Athleticzales, en las numerosas ocasiones en las que los jugadores del conjunto francés obligaban a Iago Herrerín a realizar meritorias estiradas; cuando los palos nos salvaban, sobre todo tras una mala salida de Herrerín que dejaba a N'Koudau ante la puerta vacía o, simplemente, tras el gol marsellés que igualaba la eliminatoria en la primera parte. Pero, dicha persona, que tan solo pretendía disfrutar de su tarde libre, también se habrá percatado de que todos aquellos que contenían la respiración durante este tranquilo jueves no han podido reprimir su júbilo y, en mayor parte, su liberación, en dos ocasiones: tras el golazo de cabeza de Sabin Merino que daba el pase a octavos a los leones en el minuto 81 y cuando el árbitro formalizó dicho resultados al dar por finalizado el encuentro. “Esa gente está ilusionada por algo”, pensaba este buen y observador desconocido, ajeno al mundo balompédico. ¡Y qué razón tenía! Esta Europa League ilusiona.

Ilusiona mucho, pero, sin miedo a nada, es un reto de los grandes. Como he dicho, tras el 1-1 en San Mamés, sumado a la victoria por cero goles a uno en el feudo del Olympique de Marsella, el Athletic Club firmaba su inclusión en el grupo de dieciséis equipos que mañana a las 13:00 formarán parte del sorteo que decidirá los emparejamientos correspondientes a los octavos final del torneo.  Este año, y por esto lo del reto, el nivel de la competición es altísimo, solo encontrando entre los clasificados nombres conocidos, muchos de ellos de clubes  europeos históricos y de conjuntos que actualmente poseen una muy buena plantilla.

Mañana sabremos con que rival deberán verse la cara los leones en la siguiente batalla, y si el primer asalto será en casa o fuera. Conviene recordar que el sorteo, en esta ocasión, es puramente aleatorio, por lo tanto, enfrentarse con otro de los clubes españoles (Valencia, Sevilla y Villarreal) es tan probable como con otro de los 12 extranjeros: Braga, Sparta de Praga, Lazio, Shakhtar Donetsk, Bayer Leverkusen, Liverpool, Manchester United, Tottenham Hotspur, Fenerbahce, Basel, Borussia Dortmund o Anderlecht. Lo dicho, nivelón.

A por ellos, Aupa Athletic!

sábado, 12 de diciembre de 2015

Ya llegaron los éxamenes



Parecía que después de aquella selectividad que ya casi queda en el olvido, no íbamos a tener que volver a enfrentarnos a esas terribles fuentes de estrés, nervios y miedos a los que llamamos exámenes.  Tan solo lo parecía. De hecho, yo mismo empiezo este lunes mi época de globales.

Como siempre, y cada vez más, ya que los temarios aumentan, me cuesta creerme que esta manera de evaluar esté pensada para mejorar el aprendizaje del estudiante. Entiendo a la perfección la razón de ser de los exámenes, y es que estoy seguro, querido lector, de que no todos los alumnos disponen del amor desinteresado por el estudio que atesoramos usted y yo. No obstante, ¿de veras es ésta la mejor forma de evaluarnos?

Ya comenté en su día la aberración que se me antojaba el examen de selectividad, en el que se pretende examinar, y por lo tanto obligar a estudiar o repasar, de alrededor de media docena (primera vez que uso esa expresión y no me refiero a huevos o churros) de asignaturas no relacionadas entre ellas en un lapso de 3 días. Pero bueno, al fin y al cabo, solo pasa una vez en la vida. Pues no.

Al llegar a la universidad, ese colegio para gente algo más mayor que tan lejano se antojaba, te hablan del plan Bolonia, de la evaluación continua y demás bellos conceptos, pero la historia se repite. Tras un cuatrimestre de asignaturas más y menos interesantes durante el cual, aceptémoslo, los estudiantes que no son como usted y yo, no dan un palo al agua, llegan los exámenes finales. Toca demostrar en 2 horas, sobre un folio, todo lo que has aprendido de una materia durante los últimos cuatro meses. Pero bueno, no perdamos los nervios, seguro que durante el cuatrimestre los profesores han podido ir evaluando tu aprendizaje progresivo. Sí, claro. 

De los 6 exámenes que tengo, correspondientes a las 6 asignaturas que curso, ninguno tiene un valor sobre el total de la nota de la asignatura menor al 70%. Además, para facilitar el estudio para cada uno de ellos, están colocados uno detrás de otro. En mi caso, tengo examen de historia el lunes, de derecho el martes y de economía el miércoles. Lo dicho, que desde aquí agradezco a la universidad el detalle de no obligarnos a hacer dos exámenes a la vez, que para algo tenemos dos manos.

Pensarán muchos, y con razón, que los exámenes hay que llevarlos al día. Por supuesto, y claro que empezar a estudiar con tiempo ayuda, y mucho, a aprobar con solvencia. Sin embargo, tampoco se puede negar que los días previos al examen, aun si se lleva todo bien preparado, son vitales para el repaso de los conceptos más concretos, y no ayuda nada la presión de jugarse un cuatrimestre entero en una prueba, ni el tener que dedicar días previos a un final a estudiar los apuntes de otra asignatura de la que te examinas al día siguiente. 

Por no entrar a valorar el simple de hecho de la justicia de juzgar los conocimientos adquiridos durante 4 meses por un alumno en un solo examen, con su consiguientes nervios, presión… 

Seguiría escribiendo, porque es un tema que me indigna, pero tengo que acabar de repasar los nacionalismos, sin olvidarme de echar un ojo a los derechos a la personalidad, y eso sí, teniendo cuidado de no resfriarme, que como me ponga malo, a ver quien aprueba economía. 

lunes, 30 de noviembre de 2015

Tarde de fútbol en Vallecas



Tardes como la de ayer hacen grande al fútbol. Tardes como la de ayer, con un partido un domingo a una hora decente, con una afición que se desplaza en masa a la localidad visitante, llena de color y cánticos sus calles y es recibida con los brazos abiertos por los hinchas locales, son las que hacen del deporte rey la fiesta que siempre debiera.

Solo había dado tiempo a bajar la comida, pero nada más salir del metro se vislumbraba lo que iba a ser la tónica de la jornada, Pozas se había transportado cuatrocientos kilómetros al sur. Una marea rojiblanca, acompañada de algunos aficionados del Rayo, inundaba los aledaños del Estadio de Vallecas, y para regocijo de los hosteleros de la zona, que ya esperarán la siguiente visita de los leones, no dejaban al azar la hidratación de su garganta. En referencia a este aspecto, aprovecho la ocasión para agradecer su generosidad a Egoitz, ese amable desconocido que con la clase que caracteriza a un bilbaíno, insistió en invitarme a un Kalimotxo. 

Al aproximarse la hora del partido, y mientras el sol bajaba, ofreciendo una maravillosa vista del atardecer sobre las azoteas madrileñas, las calles se llenaban cada vez más y la gran conducta y buena relación entre ambas aficiones se hacía latente. 

El atardecer visto desde las escaleras del Estadio de Vallecas.

De esa manera, llegó la hora de llevar ese buen ambiente al campo. La mayoría de los seguidores del club vizcaíno se encontraban en la zona destinada para la hinchada rival, sin embargo, muchos otros aficionados del Athletic nos encontrábamos repartidos por todo el estadio, como es el caso de un servidor. A pesar de la huelga de animación de la famosa peña del Rayo “Bukaneros”, la fiesta continuó en la grada.

A decir verdad, espoleados en parte por el gran juego de su equipo, la afición de San Mamés fue la mayor responsable del espectáculo que se vivió fuera del césped. Por su parte, el público rayista, excepto en ocasiones puntuales, no encontró la motivación adecuada sobre el terreno de juego. Eso sí, tuvieron tiempo para exigir la dimisión de la junta directiva del club y felicitar con deportividad a la afición rival, quienes también demostraron la fama que les caracteriza al brindar su apoyo al Rayo Vallecano. 

Es triste que sea destacable, en estos tiempos de horarios inhóspitos, precios salvajes y estadios muertos, que un partido de fútbol acabe haciendo de un domingo una fiesta como la de hoy. Sin embargo, lamentablemente, no es tan común el saber estar de estas dos grandes aficiones y la magia que han transmitido dentro y fuera del Estadio de Vallecas, que encajonado en la densa morfología urbana del periférico barrio madrileño, nos recuerda que aun jugando en la élite, el Rayo Vallecano no deja de ser un orgulloso equipo de barrio. 

Y entre toda esta fiesta, también se jugó un partido de fútbol. El equipo de Valverde, que venía de asegurar el primer puesto en su grupo de la Europa League, no dio ninguna oportunidad al Rayo y se impuso por 0 goles a 3. Aduriz convirtió un pase adelantado de Raúl García con la zaga contraria descolocada apenas 2 minutos después de que comenzara el encuentro. El equipo matritense no reaccionó y permitió a un gran Athletic, a cuyo 11 habitual se incorporaron el recuperado Iturraspe por San José y  Lekue por Susaeta, llevar la batuta del partido. En una de las faltas que colgó Beñat al área del Rayo en la primera parte, Raúl García fue derribado por un defensor, siendo señalado penalti. Aritz Aduriz no falló, logrando de esa manera su cuarto gol en cuatro días. 

Con la llegada del descanso, Paco Jémez lanzó su equipo al ataque, pasando a defender con tres jugadores en la zaga y dando entrada a los atacantes Manucho y Bebé. A partir de ese momento, el Rayo consiguió generar alguna jugada de peligro más, sobre todo, a partir de la rigurosa expulsión de Aymeric Laporte. No obstante, su dominio fue mínimo, y la portería de Gorka no se vio en verdadero peligro hasta después del tercer gol de Aduriz, que aun con la mencionada posterior expulsión del central francés, sentenció el partido al rematar en boca de gol una falta botada por Beñat, que antes tocó Laporte. El público vasco ovacionó a los suyos por su gran actuación al final del encuentro, pero entre los cánticos de la afición destacó el nombre del jugador que se llevó el balón a casa.

El ariete donostiarra, para el que la edad no parece ser más que un número, está firmando unos cifras verdaderamente galácticas, con 20  goles en lo que llevamos de temporada y siendo la pieza clave del juego de los leones, en especial, gracias a su inigualable poderío en el juego aéreo. Sus excelentes actuaciones están siendo la razón principal de los éxitos cosechados por el Athletic en las últimas campañas, y no cabe duda de que las esperanzas puestas en el equipo para esta temporada pasan por sus botas y, sobre todo, por su cabeza.  

En resumen, después de esta gran jornada futbolística tanto en lo estrictamente deportivo como en todo lo demás, solo me queda decir “Aupa Athletic y Aupa Rayo!”.
                               La afición se reunía antes del partido en los aledaños del estadio